El principio de la historia. ( Prologo )

Historia de un inocente soñador por Lord Gaeldros.




Prólogo


La mañana amaneció fría. La debil luz del sol siquiera se atrevía aun a traspasar la densa bruma de aquel lúgubre bosque. Los búhos, cansados del ajetreo nocturno, habían cesado en sus empeños por encontrar pareja con la que pasar aquel solitario momento. Los pequeños pájaros, comenzaban muy lentamente a entonar sus canciones que, debido quizás a la ubicación de sus nidos, sonaban cual réquiem anunciando la muerte de algún inocente que traspasara las lindes de aquel bosque.

Intente, casi sin fuerzas, levantarme, pero no podía. El cantar del arroyo que fluía cerca de allí, tenía las mismas notas que la nana que entonaba mi madre hacía ya tanto tiempo.

Me pesaban los párpados. - ¿ Acaso vienes ya a buscarme muerte ? - Me pregunte con voz lastimosa, buscando utópicamente una respuesta. Sino me hubiera obcecado en hablar con aquella joven, ahora no estaría perdido esperando a que la parca quiera reclamar lo que por derecho es suyo. Pero, ¿ cómo no haberla seguido ? Aquel pelo, rubio ceniza, liso y fino, ondulaba con su caminar de tal forma que aquellos mechones parecían formar dedos que me reclamaban a seguirla; su rostro, fino y de hermosas facciones, era mas propio de una diosa que de un ser humano; aquellos ojos, color verde jade, en los que me perdí en cuanto su cruzó con la mía; oh mísero de mi que me hallo en mi lecho de muerte sin haber sabido lo que es un beso de una amada.

Sophia, así me había dicho la anciana que se llamaba la joven. Aunque mi muerte llegara en este mismo momento, jamás se me olvidaría ese nombre.

Pasan las horas. He empeorado. Algunas moscas ya se han estado posando en los pequeños pero numerosos cortes que recorren mi maltrecho cuerpo. He visto sombras entre la maleza, pero no puedo hacer nada. Nisiquiera alcanzo la suficiente fuerza para gritar, a pesar de que me duele todo el cuerpo. Cada vez tengo mas sueño. Oh, Sophia, ¿ dónde estás ?, tan solo con verte un instante, en esta aciaga hora, moriría tranquilo.

El tiempo sigue transcurriendo, mientras el mio se acaba. El sol comienza a despedirse; y con él, mi vida. Empieza a oscurecer. Todo el bosque se tiñe de una luz plateada que me sosiega y tranquiliza. Es precioso. Mi corazón, empieza a fallar.

Veo una figura, vestida tan solo con una capa de color blanco. Se acerca. A su paso los lobos se van y las hojas se marchitan. Los pajaros han dejado de silvar. Es ella, es Sophia. Llega hasta mi cuerpo maltrecho. Se arrodilla. Esta noche esta mas bella de lo habitual. Se acerco con lentitud a mí oído, delicadamente y susurra: - '' Tu hora ha llegado hijo mío, ya es momento de que vengas conmigo. Sé que buscas un beso de mis labios, pero si te lo doy, tu alma pasará la eternidad entre tormentos y maldiciones. A sabiendas de esto, ¿ aún lo quieres ? - Entonces, de mis labios salen unas palabras casi tan muertas como mí cuerpo. - Ninguna tortura ni maldición podrá ser peor que poder conseguir un beso de tus labios y rechazarlo. - dije alargando mis manos intentando cogen un jirón de una falda. - Entonces, sea. Que tu vida acabe y comience, tu tormento cuando finalice este beso. Se acerco a el; y sus labios se juntaron.

Mis párpadospesaban demasiado. Llego el momento. Dejo que ambos ojos se cierren. Una última sonrisa; al final, encontré lo que buscaba.Paz, tranquilidad y oscuridad absoluta en la que perderme.